La
ficción es nuestra vida,
la verdad es nuestro destino,
la realidad es nuestra
relatividad
y la magia nuestro camino.
Desde
tiempos antiguos, desde comienzos de la aparición humana, no nos podíamos
explicar la posibilidad de poderes, de alguna forma naturales, que con
sabiduría podríamos dominar. Y sin embargo el conocimiento evolutivo lo hiper-diagnosticó
como un mal que conllevaba un castigo, pero bienaventurados han sido quienes
con impecable conducta han sobrellevado el abismo del universo.
La
magia pudiera ser un simple truco, pero no sería el truco en sí, sino aquellas
cadenas sublimes que llevan al ser humano a creer y sentir aquellos eventos
como únicos y sobrenaturales. La magia bien sería el dominio de la naturaleza,
el poder infrahumano, lo oculto de la sociedad, pudiera ser el amor, los
sentimientos fugaces, la prosperidad mental, la superioridad divina... La magia
pudiera ser todo lo que nos rodea, nosotros mismos como parte de un todo mágico.
Pero
la magia en su forma más esencial es lo simple de la vida, lo sencillo que
llegaría a ser la naturaleza misma, aquello en que los humanos buscamos
complicarlo con ciencias abstractas pero verdaderas. La
magia es lo simple de la vida y aun así lo vemos como inexplicable e imposible.
Pero si todo es un equilibrio, cómo llegaríamos a pensar que fuese algo maligno
o lo contrario.
Desafiar
las leyes universales sería perder la razón. La magia lo es todo y nada. Está
en todas partes y en ningún lado. Somos parte de ella, y ella es parte de
nosotros, de todo...
Nada es más difícil que cuando lo complicamos.
- Hemos estado sumergidos en poderes fuera de
nuestro dominio, como si estuviéramos poseídos, y nunca llegaríamos a pensar
que fuese alguna clase de brujería, y lo complicamos pensando que Así es la Vida. -
1 comentario:
La magia debe existir ?
Necesaria para el camino recto?
Vital para la esperanza ?
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