Muy
difícil había sido el camino de regreso que al llegar nada parecía igual.
- Simplemente al experimentar se tiene nuevas habilidades mentales, al igual que estando perdidos buscamos la manera de sobrevivir y encontrar, por lo menos, un nuevo destino. -
Aquel sitio que con seguridad no había cambiado, presentaba otros matices. El semblante de cada uno de nosotros combinaba angustia con felicidad, por un lado miedo y por otro tranquilidad. Y por un momento, olvidamos los terribles acontecimientos pasados.
- Quizá, desgraciadamente, cuando encontramos algo mejor que lo habitual no aprendemos que lo vivido vale mucho mas. Siendo en parte, la trampa que está a disposición para el que no se detiene a pensar. -
Así fue como cambiamos los atuendos de guerra y disfrutamos la libertad. Al pasar el tiempo nos dejamos de preocupar, y no desarrollamos centros de control y seguridad para estar alertas de posibles males.
- Entramos en un proceso incongruente al no estimular el pensamiento, dejando que una dosis de placer y confort apacigüe el producto de la experiencia. -
Inevitablemente, y como era de esperar, fuimos invadidos por criaturas con armas y escudos. Se veían exhaustos, pero con ambición en sus ojos y coraje en su andar. Eran semejantes a nosotros, parecidos a quienes fuimos en algún pasado; personas que lucharon contra las mismas fuerzas destructivas. Que al ver aquel mundo lleno de justicia y paz quisieron estar en nuestro lugar.
- Olvidamos que hay otros seres que, por naturaleza, viven en busca de un oasis en medio del trauma que les deja su caminar, a diferencia de otros que tienen el privilegio de buscarlo en el desierto de su ignorancia.-
Ellos querían dialogar para que se les permitiera adaptarse y ser como nosotros. Pero nuestra falsa y descontrolada humanidad quiso devorarlos como animales salvajes que no se pueden dominar.
- Nuestro SER deja de ser HUMANO, y pasa a SER SOCIAL. Una sociedad que discrimina lo que una vez fue. -
Evidentemente habíamos olvidado de dónde procedíamos, y nos vestimos y armamos igual que antes de llegar, mientras que ellos se desnudaban para ser libres y dejar la tortura en el pasado.
- Naufragamos en los mares de la intolerancia y nos convertimos en ermitaños poseedores de la única verdad. Alejándonos cada vez más de la realidad, y dejando a los demás que mueran con su necesidad. -
Finalmente, nos dispusimos a luchar. Perdiendo así la visión culturizada de aquel magnífico lugar, y con aberración destruimos lo que nos había hecho cambiar.
- Desconsideradamente forjamos conductas que van en contra de nuestra propia integridad. Una constante que varía sin control: cambiamos para mejorar y destruimos para cambiar. -
- Evolución sin control, pérdida de un gran valor -
- Simplemente al experimentar se tiene nuevas habilidades mentales, al igual que estando perdidos buscamos la manera de sobrevivir y encontrar, por lo menos, un nuevo destino. -
Aquel sitio que con seguridad no había cambiado, presentaba otros matices. El semblante de cada uno de nosotros combinaba angustia con felicidad, por un lado miedo y por otro tranquilidad. Y por un momento, olvidamos los terribles acontecimientos pasados.
- Quizá, desgraciadamente, cuando encontramos algo mejor que lo habitual no aprendemos que lo vivido vale mucho mas. Siendo en parte, la trampa que está a disposición para el que no se detiene a pensar. -
Así fue como cambiamos los atuendos de guerra y disfrutamos la libertad. Al pasar el tiempo nos dejamos de preocupar, y no desarrollamos centros de control y seguridad para estar alertas de posibles males.
- Entramos en un proceso incongruente al no estimular el pensamiento, dejando que una dosis de placer y confort apacigüe el producto de la experiencia. -
Inevitablemente, y como era de esperar, fuimos invadidos por criaturas con armas y escudos. Se veían exhaustos, pero con ambición en sus ojos y coraje en su andar. Eran semejantes a nosotros, parecidos a quienes fuimos en algún pasado; personas que lucharon contra las mismas fuerzas destructivas. Que al ver aquel mundo lleno de justicia y paz quisieron estar en nuestro lugar.
- Olvidamos que hay otros seres que, por naturaleza, viven en busca de un oasis en medio del trauma que les deja su caminar, a diferencia de otros que tienen el privilegio de buscarlo en el desierto de su ignorancia.-
Ellos querían dialogar para que se les permitiera adaptarse y ser como nosotros. Pero nuestra falsa y descontrolada humanidad quiso devorarlos como animales salvajes que no se pueden dominar.
- Nuestro SER deja de ser HUMANO, y pasa a SER SOCIAL. Una sociedad que discrimina lo que una vez fue. -
Evidentemente habíamos olvidado de dónde procedíamos, y nos vestimos y armamos igual que antes de llegar, mientras que ellos se desnudaban para ser libres y dejar la tortura en el pasado.
- Naufragamos en los mares de la intolerancia y nos convertimos en ermitaños poseedores de la única verdad. Alejándonos cada vez más de la realidad, y dejando a los demás que mueran con su necesidad. -
Finalmente, nos dispusimos a luchar. Perdiendo así la visión culturizada de aquel magnífico lugar, y con aberración destruimos lo que nos había hecho cambiar.
- Desconsideradamente forjamos conductas que van en contra de nuestra propia integridad. Una constante que varía sin control: cambiamos para mejorar y destruimos para cambiar. -
- Evolución sin control, pérdida de un gran valor -
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