Desesperado
te encontré
en el instante indicado,
sólo para valorar tu silueta.
Aquella que
con extrema delicadeza
sucumbe la melancolía
de una dramática sensación de
soledad,
que con llamativas señales de éxtasis y control
derrota lo sofocante y
tortuoso
del deseo y la imaginación.
El poder, la energía que dentro de ti
se acumula e incrementa,
enciende el
brillo de tus ojos
y acelera el pálpito de tu cuerpo,
se extiende entre
montañas
y da vida al fruto que con fuego
sacia el glaciar de mis emociones.
Sin razón se disuelven los pensamientos
Sin razón se disuelven los pensamientos
y no queda nada más
que el respiro
reconfortante de la noche.
-
Déjame seguir contemplándote -
08.04.2006
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